PROPIOCEPCIÓN
La propiocepción es el sentido que te informa de dónde están las diferentes partes de tu
cuerpo en cada momento, así como sus movimientos. Tras darte una definición de
propiocepción bien sencilla, es destacable decir que existen multitud de ejercicios de
propiocepción de tobillos, rodillas, caderas, hombros, muñecas, etc., para mejorar este
sentido y que verás a lo largo del artículo.
Entrenar las situaciones que puedan conducir a mayor solicitación ligamentosa o muscular
para que, cuando nos sucedan en carrera o en cualquier otro ejercicio físico, elaboremos una
respuesta adecuada sin ningún movimiento exagerado que pueda dañarnos más que la propia
torsión, golpe o vibración.
Un ejemplo sería el siguiente: Vamos corriendo y metemos tímidamente el pie en un hoyo. Hay
un “mal paso” que puede repercutir lateral o frontalmente en el tobillo. Si nuestros ligamentos
están fuertes no habrán sido sorprendidos fatalmente y el cuerpo responde equilibrando todo
nuestro peso y posicionándonos para no lastimar la articulación.
Nosotros no nos enteramos a penas, pero se ha llevado a cabo una respuesta nerviosa rápida
y correcta. Por ello podemos seguir corriendo sin molestias, ni en ligamentos ni en músculos.
Diez ejercicios distintos de propiocepción son:
1- Split: Desde posición vertical, nos inclinamos sobre una pierna y adelantamos la
pierna e intentamos llegar lo más lejos posible sin mover el pie de apoyo. Es importante
evitar desequilibrios laterales y mantener en todo momento la posición estirada del
tronco, con la vista al frente. Para eso, nos ayudamos con los brazos bien extendidos
hacia adelante.
2- Balanceo pierna: Desde posición vertical, nos quedamos sobre un solo apoyo,
llevando la pierna contraria en movimiento pendular primero hacia delante y
posteriormente lo más atrás posible, intentando siempre que vaya lo más estirada
posible. Vamos a ayudarnos de la posición de los brazos para evitar al máximo el
balanceo del tronco. Es una posición muy similiar a la de la “mariposa”.
3- Pasarse la pelota, con el apoyo sobre una de las piernas : Nos colocamos en
equilibrio sobre un solo pie, mientras el compañero nos va pasando una pelota
a las manos, que nosotros debemos recepcionar intentando mantener el equilibrio
sobre un solo apoyo.
4- Patineta: Nos situamos con ambos pies sobre una patineta. Nuestro compañero
colocará sus pies pegados a las ruedas, para impedir el movimiento de la patineta.
Nosotros realizaremos flexiones con ambas piernas, manteniendo el equilibrio
y procurando no perder nunca la verticalidad del tronco.
5- Skipping dinámico adelante-atrás: Realizamos pasos de carrera subiendo rodillas,
con apoyos sobre la punta de los pies. Hacemos entre 5 y 6 pasos adelante, seguido
de 5 y 6 pasos atrás.
6- Saltos y frenada con apoyo en un solo pie: Tirando el tronco hacia adelante, realizamos
tres saltos verticales seguidos con ambos pies a la vez, ejecutando la frenada del
tercero con un solo pie de apoyo. Es importante que dicha frenada se realice con
semiflexión de pierna, para evitar así la posible lesión de menisco.
7- Desplazamiento lateral y frenada: Realizamos entre 2 y 3 pasos de carrera lateral,
frenando en el último paso sobre un solo apoyo, en este caso el pie avanzado. Es
importante que no flexionemos el tronco, y, de ser posible, que cerremos los ojos en
el momento de quedarnos sobre un solo apoyo.
8- Isométrico sobre fitball: Para fortalecer los músculos del torso, nos colocaremos con
los pies sobre el fitball, situando nuestro cuerpo perpendicular al suelo colocando
nuestro antebrazo como único apoyo en el suelo. Es muy importante que mantengamos
el abdomen y el glúteo en contracción constante y que el brazo que no está apoyado
se estire hacia la vertical.
9- Sentadilla con fitball: Colocamos el fitball apoyado sobre una pared, nos situamos
con la espalda apoyada sobre él, y realizamos media flexión de pierna, sobre un solo
apoyo. La pierna que no está apoyada, es llevada hacia delante en extensión, mientras
los brazos se sitúan en posición paralela al suelo.
10- Deslizamiento de fitball hacia delante: Nos colocamos con las piernas un poco más
abiertas de la anchura de las caderas y las manos sobre el fitball. Vamos echando el
peso hacia delante dejando progresivamente sólo las puntas de los pies apoyadas en
el suelo, hasta quedarnos en una posición prácticamente horizontal al suelo con los
brazos completamente extendidos. De esta forma, trabajamos el deltoides, así como
los músculos del torso.
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